artículos de actualidad
diciembre 2020
La SEGG pide más evidencia científica sobre la administración de vacunas de Covid-19 en mayores
Fuente: www.geriatricarea.com
Está demostrado que las vacunas que se experimentan son seguras y generan inmunidad humoral y celular, pero los estudios publicados hasta el momento, se han desarrollado incluyendo a adultos jóvenes y personas sanas, por lo que desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología se espera a tener más evidencias científicas de las vacunas del Covid-19 para su valoración sobre la administración en las personas mayores.
La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología es provacuna: ha realizado varias publicaciones sobre recomendaciones de vacunación en personas mayores, promueve la incorporación de nuevas vacunas en el calendario vacunal y participa de forma activa en las campañas anuales de vacunación de la gripe.
La SEGG pide más evidencias científicas sobre la administración de vacunas de Covid-19 en personas mayores y denuncia que en ensayos clínicos hay un evidente sesgo de selección que roza la discriminación por edad
Sin embargo, en el momento actual, la SEGG no puede tomar una postura oficial sobre las vacunas contra el Covid-19, ya que no existe suficiente evidencia científica en las personas mayores porque no hay ningún estudio en fase III publicado.
Los publicados son en fases I y II y han demostrado que las vacunas que se experimentan son seguras y condicionan el desarrollo de inmunidad humoral y celular, pero las pruebas se han hecho incluyendo a adultos jóvenes y sanos.
Los expertos de la SEGG recuerdan que mayores tienen una serie de particularidades en cuanto a su estado de salud general. Pueden presentar un sistema inmunitario deprimido y un estado de inflamación sistémica, de modo que cuando el virus les afecta, se contagian más fácilmente, enferman en mayor número y sufren más complicaciones, más ingresos hospitalario y más mortalidad. Sin embargo, son los menos representados en los ensayos clínicos.
Los estudios publicados hasta ahora se refieren a la Fase I y Fase II de las vacunas las cuales presentan, en ocasiones, pequeñas reacciones locales como calor y dolor en la zona de aplicación y generales como malestar general, febrícula o molestias musculares, similares a una pequeña gripe, pero son seguras a corto plazo.
En los ensayos clínicos hay un evidente sesgo de selección que roza la discriminación por edad o edadismo, al incluir pocas personas mayores de 75 años y muy pocos octogenarios y nonagenarios con varias patologías crónicas, situaciones de fragilidad, dependencia funcional o demencia. Por ello, se hace necesario esperar a que los estudios en Fase III se publiquen y a los subanálisis específicos en Mayores de 75.
Todos estos factores son reflejados en la revista JAMA International Medicine, en el artículo de Benjamin Helfand «The Exclusion of Older Persons From Vaccine and Treatment Trials for Coronavirus Disease 2019-Missing the Target». La SEGG señala que todavía es necesario estudiar, analizar y comprobar la evidencia científica que se vaya generando de cada una de las vacunas contra el Covid-19 en personas mayores.
El Cohousing, viviendas colaborativas para repoblar el entorno rural
Fuente: www.elcomercio.com
Autora: Claudia Rojas
Este fenómeno es una nueva forma de entender la vida, compartiendo los gastos y la manera de habitar entre las diferentes personas que conforman la comunidad
El cohousing rural es una tendencia en auge para las personas que buscan una vida sostenible y económica en el campo. Se trata de viviendas colaborativas que tienen como objetivo disfrutar del entorno rural y facilitar la interacción entre vecinos, con grandes ventajas económicas y ambientales, ya que en ellas se comparten espacios, recursos y objetos, en las que prima un nivel de vida saludable.
El modelo de autogestión suele estar organizado en comisiones, que van desde lo sociosanitario hasta la jardinería y la huerta.
Este moderno concepto nace en Dinamarca en los años 60-70. Más tarde, pasa a países del norte de Europa y a Estados Unidos, donde se generaliza el nombre de ‘cohousing’ para esta forma de vida y vivienda.
En España hace poco que comenzó su expansión, la fórmula consiste en el diseño y la autogestión del espacio, por eso es aconsejable establecer un decálogo en el que queden establecidos los valores y las normas, evitando, en un futuro, malentendidos.
Para garantizar que una propiedad sea apta para un proyecto de cohousing rural, se debe tener en cuenta el disfrute de espacios comunes por parte de los miembros, pero también el goce de un espacio individual privado si así lo desean.
La inversión en este tipo de propiedades no superaría el valor de un pequeño apartamento en cualquier gran ciudad española. Además, los gastos de mantenimiento general se reducen al dividirse entre todos los miembros. Para hacer constar el compromiso de los individuos en acciones reales, las empresas dedicadas a esto consideran una buena iniciativa aportar, al menos, un 10 o un 15% del importe límite para adquirir el espacio.
En España hay varias empresas dedicadas al cohousing, pero una de las mayores especialistas es www.buscomasia.com, una sociedad especialista en la compra y venta de masías, casas de pueblo y fincas rústicas. Su consejero delegado, Carlos Lloret, explica cómo está siendo la demanda de esta tendencia en España: «Por la situación que se está viviendo con el coronavirus, son muchos los clientes que llaman para asesorarse y ver propiedades que les puedan encajar para arrancar una comunidad. Posiblemente, en los próximos meses o años, los proyectos de cohousing serán una característica habitual en el mundo rural español».
La ayuda a domicilio en Zamora exige un nuevo convenio para dejar la precariedad
Fuente: www.laopiniondezamora.es
Autor: Luis Garrido
Desde www.infogerontologia.com, no dejamos de solidarizarnos con un colectivo ninguneado, mal pagado y explotado en demasiadas ocasiones. Nos hacemos eco de la precariedad vivida por las trabajadoras de ayuda a domicilio de Zamora.
Las trabajadoras, que suman 550 en capital y provincia, piden justicia para un servicio “que genera empleo y fija población”
Las trabajadoras de la ayuda a domicilio han dicho basta. Las constantes negativas de la patronal para mejorar sus condiciones laborales han provocado la ruptura de las negociaciones y el paso a la acción, con el objetivo de reivindicar lo que piensan que es de justicia. Pese a que la situación sanitaria impide cualquier tipo de protesta en la calle, el sector se ha organizado para lanzar sus mensajes a través de diferentes canales en la red. En ellos, explican cómo las empresas quieren “ahorrar a costa de quienes cumplen con una labor social” y desvelan cuáles han sido las “inaceptables” propuestas ofrecidas en la mesa de negociación, de la que se levantaron el pasado mes de septiembre.
La problemática a la que se enfrentan las trabajadoras de la ayuda a domicilio en la provincia, que son 550 entre los contratos que dependen de la Diputación Provincial y los del Ayuntamiento de Zamora, nace a raíz de la necesidad de firmar un nuevo convenio regional tras varios años arrastrando un documento caducado.
Sin embargo, las aspiraciones de las profesionales han sido echadas por tierra por la patronal, que ha ofrecido unas condiciones “imposibles de aceptar” para el sector. Según han desvelado desde UGT Zamora, la propuesta de las empresas era la de dar por perdido el año 2019 en materia salarial, continuar sin subidas en este año 2020, incrementar un 0,25% en 2021 y destinado al plus de transporte, subir un 1% en 2022 y concluir con un 1,5% en 2023. Y a ello, habría que añadir que solo en el año 2022 se podría “llegar a considerar” el cien por cien del tiempo empleado en el desplazamiento a los domicilios como tiempo efectivo de trabajo. “Son condiciones inaceptables que suponen un retroceso laboral que no estamos dispuestas a consentir tras años de precariedad”, explica Rosana Andrés, representante del sector en UGT Zamora.
La consideración del desplazamiento como tiempo efectivo de trabajo es una de las principales reivindicaciones de unas trabajadoras que sufren la precariedad en sus contratos. Como explica Rosana Andrés, existen muy pocas jornadas completas en el servicio que presta la Diputación Provincial. “La mayoría trabaja con jornadas parciales y dependen del número de usuarios que puedan atender. Si hay usuarios, tienes trabajo; si no los hay, te quedas sin trabajar”, se queja. Pese a que en la capital esta situación es más estable, las reivindicaciones siguen siendo las mismas para todas: mejores contratos, más estabilidad y protección para un trabajo que fija población.
Arquitectura y Residencias: El modelo arquitectónico para la atención a mayores y el Covid-19
Fuente: dependencia.info
Autor: Marc Trepat Carbonell. Arquitecto.
Ya hace unos años que vengo explicando cómo estamos proponiendo mejorar el diseño arquitectónico de las residencias asistidas para mayores para poder aplicar de la forma más eficaz posible la atención centrada en la persona. Tanto yo como otros profesionales de la arquitectura o de otras muchas disciplinas hemos hablado de la necesidad de distribuir las residencias en unidades de convivencia lo más pequeñas posibles para que las personas mayores puedan recibir la atención que necesitan manteniendo una manera de vivir personal, íntima y, en el fondo, como ellos quieran, por decisión propia.
Nos hemos preocupado de saber cómo son las personas mayores, qué sienten las personas que padecen demencia y qué necesidades tienen para poder proponer espacios que les permitan desarrollar sus objetivos y necesidades de la forma más plena posible. Hemos rechazado el diseño institucional de muchas residencias actuales para entrar en modelos más cercanos a las viviendas de cada uno de nosotros, procurando que los tamaños de los espacios sean fácilmente reconocibles por todas las personas que deban vivir en ellos.
Hemos explicado que las personas que sufren demencia no tienen capacidad para entender lo que les pasa alrededor, y tampoco tienen la capacidad de explicar lo que sienten al no comprender, pero que siguen sintiendo como cualquier otra persona. Estos sentimientos son les que les provocan muchas veces la angustia, el estrés y finalmente la depresión. Que, para evitar este escenario, debemos reducir los estímulos negativos que representan estar rodeado de mucha gente, ruido y desorden. De cómo los espacios deben ser agradables, disponer de iluminación natural suficiente y no excesiva, espacios adaptados, reducidos, etc.
Pero ahora resulta que estamos delante de una pandemia motivada por el Covid-19, un terrible virus con una capacidad de contagio no conocida hasta ahora que mantienen a millones de personas confinadas en sus casas y que ataca de una forma mucho más grave a las personas mayores por la debilidad de su sistema inmunológico. Este reto de gigantes proporciones que tiene la humanidad en su conjunto, nos obliga a pensar de nuevo qué debemos hacer en relación con el diseño arquitectónico de las residencias para que se obtenga una protección como la que se consigue con el confinamiento total de la población. Nunca habíamos tenido que pensar en estos términos porque nunca, en la época moderna como la que vivimos, nos habíamos encontrado en estas circunstancias.
En estos momentos duros en los que más de un 40% de la población mundial se encuentra confinada en sus casas, es cuando descubrimos que el coste real que tiene la atención a nuestros mayores no es acorde con el esfuerzo que deben hacer las empresas que gestionan estos centros. Yo trabajo para el sector de atención a los mayores desde hace 23 años y en todos estos años el gasto público para la atención a los mayores se ha incrementado muy poco y, si tenemos en cuenta el progresivo envejecimiento de la población, incluso podríamos decir que se ha reducido si lo consideramos per cápita de persona mayor.
Parece un contrasentido que se critique a las empresas que se dedican con un esfuerzo increíble a la atención de los mayores, con sueldos muy bajos y largas jornadas de trabajo y que nadie se dé cuenta de la necesidad que tienen las personas mayores de recibir estos cuidados con la calidad que merecen.
En estos años he visitado muchas residencias en diferentes países donde el gasto en la atención de los mayores es muchísimo mayor que en el nuestro. Hemos visto como son sus residencias y hemos aprendido como las debemos construir para conseguir que la atención centrada en la persona se pueda aplicar de forma eficaz, pero en todos ellos el coste de la plaza es más del doble y en algunos países nórdicos hasta 3 y 4 veces lo que se paga en nuestro país por una plaza. Ahora nos extrañamos de que las cosas no sean como nos pensábamos que debían ser.
Desgraciadamente, el Covid-19 nos da la razón una vez más en que las residencias asistidas para mayores deben estar distribuidas en unidades de convivencia lo más pequeñas posible, lo más cercanas estéticamente a una vivienda, y no solo porque sabemos que es la mejor manera para atender a nuestros mayores, sino porque, además, esos espacios con menos personas permiten el confinamiento de la forma más individualizada y segura posible, porque a menos personas juntas, menos posibilidad de contagio.
Ahora diseñamos residencias con unidades para un mínimo de 15-16 personas. Para ello procuramos distribuir dos unidades por planta para poder gestionarlas conjuntamente.
Pero creo que deberíamos empezar a pensar en unidades más pequeñas, totalmente autónomas en cuanto a gestión que se acerquen radicalmente al diseño de viviendas.
Pero para ello hacen falta recursos. Nadie sabe lo que cuesta el diagnóstico de una persona que pueda sufrir, por poner un ejemplo, un cólico nefrítico. Muchas veces los médicos piden hacer radiografías, y un TAC. ¿Alguien sabe lo que cuestan estas pruebas? No discuto que se hagan estas pruebas, se deben hacer. Pero por qué no podemos gastar un poco más como sociedad en la atención a los mayores que requieren vivir en una residencia asistida. ¿Encontramos caro el coste de 2.000 euros al mes para atender 24h x 7días a una persona que padece una dependencia de grado 3 en una residencia?
Solo para dar algunos datos socioeconómicos -aportados por el consultor geroasistencial Xavier Paradell (xpfconsulting.com)-, el gasto en servicios sociales ha augmentado entre 2009 y 2018 (*) un 11,11% en términos reales. Pero si tenemos en cuenta que la inflación en el mismo periodo ha sido del 11,8% la conclusión es que dicho incremento solo ha supuesto una actualización de precios. Por otro lado, si observamos que en el mismo período la población de 65 o más años se ha incrementado un 14,5%, y la de 85 y más la friolera del 47,5%, parece claro que -aún sin contar con información desagregada del colectivo de mayores, sin duda el de mayor peso- ni se ha incrementado la dotación pública para mejorar las condiciones del nivel de usuarios de 2009, ni se ha podido cubrir las nuevas necesidades de la nueva demanda. Añadamos las proyecciones de población mayor dependiente para los próximos 15 años y observaremos que para 2035 tendremos un 39% más de mayores de 85 años.
Creo que el futuro requiere que la atención a los mayores tenga un presupuesto acorde con la necesidad real que tienen y que esté más cercano a la sanidad y la educación. Esto nos permitiría diseñar residencias con unidades de convivencia pequeñas e independientes y disponer del personal adecuado para cada una de ellas. Residencias a las que nuestros mayores querrán ir para cubrir una nueva etapa de su vida.
(*) Fuente: Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales
Marc Trepat Carbonell
Los usuarios y trabajadores de residencias, los sanitarios y los grandes dependientes, los primeros en vacunarse
Fuente: www.lavanguardia.com
Autora: Celeste López. Madrid
El Gobierno fija 18 grupos prioritarios para recibir la vacuna de la Covid que se realizará en tres fases.
“No podemos esperar a que lleguen las vacunas para que tengamos un plan para su distribución”. De esta manera justifica desde el Ministerio de Sanidad la elaboración del plan de vacunación de la Covid, que ha presentado al Consejo de Ministros, y que establece 18 grupos prioritarios a vacuna en tres etapas que finalizarían en julio.
Los primeros en recibir el suero serán los usuarios de las residencias de mayores y los profesionales sociosanitarios que allí trabajan, así como los profesionales sanitarios y los grandes dependientes que residan en sus hogares. En total, 2,5 millones de personas serán vacunadas entre los meses de enero y marzo.
Así lo ha indicado el ministro Salvador Illa, quien indicó que la siguiente etapa discurrirá entre marzo y junio. No especificó, sin embargo, cuándo se desarrollará la tercera etapa. El ministro tampoco ha aclarado cuáles son los 14 grupos prioritarios que recibirán en primavera y verano los inyectables. “Se irá viendo”, ha indicado.
“Para la priorización de los grupos, se han establecido 18 grupos poblacionales, en función de cuatro tipos de riesgo. El riesgo de mortalidad, el de exposición a la enfermedad, el de impacto socioeconómico y el de transmisión de la enfermedad”, ha señalado el titular de Sanidad.
“El plan tiene dos objetivos, ayudar a controlar la mortalidad por la Covid, y segundo, que estemos listos como país para vacunar desde el momento en el que empecemos a recibir vacunas”. Illa cree que es muy posible que en enero lleguen las primeras vacunas, en función de la información que les traslada la Agencia del Medicamento Europeo. El Gobierno ha adquirido, a través de la compra centralizada por Bruselas, 160 millones de dosis, que permitirían inmunizar a 80 millones de personas (dos dosis).
Las vacunas serán gratuitas, se administrarán a través del Sistema Nacional de Salud y no serán obligatorias, al menos, por el momento, indicó Illa.
El plan tiene cuatro pilares_
1. Cómo establecer grupos de prioridad para que sean vacunados
2. Establecer los elementos de logística
3. Creación de un registro de vacunación
4. Preparar aspectos clave de comunicación para el personal sanitario y para la población.
Illa asegura que España está preparada para el reto de una vacunación tan masiva como la que se plantea, ya que cuenta con una red preparada para ello a través de los 13.000 puntos de vacunación (centros de salud, mayoritariamente). “En dos meses hemos vacunado a 14 millones de personas de la gripe, ha indicado Illa”.
La estimulación optogenética mejora las alteraciones del movimiento y del comportamiento en modelos experimentales de la enfermedad de Huntington
Fuente: https://www.cibersam.es
La enfermedad de Huntington es un trastorno neurodegenerativo hereditario de origen genético caracterizado por alteraciones en el movimiento, déficits cognitivos y trastornos psiquiátricos fruto de la degeneración de las neuronas del núcleo estriado del cerebro.
Un trabajo liderado por investigadores del Instituto de Neurociencias de la UB (UBNeuro) -y en el que han participado investigadores del CIBERSAM- ha descrito uno de los circuitos neuronales implicados en el desarrollo de la enfermedad: la conexión de la corteza motora secundaria (M2) en el núcleo estriado dorsolateral (DSL).
El estudio, publicado en la revista eLife, también demuestra en un modelo animal de la patología que la estimulación optogenética de ese circuito provoca mejoras en la sintomatología típica de la enfermedad. Según los investigadores, estos resultados abren la puerta a utilizar la optogenética en un futuro para tratar la enfermedad de Huntington y otras patologías con características similares, como el párkinson o el síndrome de Tourette.
La investigación está liderada por Mercè Masana, profesora de la Facultad de Medicina de la UB e investigadora del UBNeuro, del IDIBAPS y del Centro de Investigación Biomédica en Red Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED). También participan en el trabajo los profesores e investigadores de la misma Facultad Jordi Alberch y Manuel José Rodríguez (UBNeuro-IDIBAPS), así como David Bernal Casas, de la Facultad de Biología de la UB. Asimismo, han participado en el estudio expertos del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB-CSIC), el CIBER de Salud Mental (CIBERSAM)- a través de Francesc Artigas y Leticia Campa- y la Unidad de Imagen de Resonancia Magnética del IDIBAPS.
Alteraciones en la conexión entre la corteza y el núcleo estriado del cerebro
El objetivo de la investigación fue estudiar las alteraciones en los circuitos cerebrales que producen los síntomas neurológicos en la enfermedad de Huntington. Los investigadores utilizaron la tecnología de la Unidad de Imagen de Resonancia Magnética del IDIBAPS para analizar las alteraciones funcionales en los circuitos que conectan la corteza cerebral con el núcleo estriado de los ganglios basales, que tiene un rol importante en el control del movimiento y del comportamiento. «Los resultados de este primer análisis en un modelo animal que reproduce los síntomas de la enfermedad nos indicaron que la conectividad funcional de la corteza cerebral con el núcleo estriado se encuentra muy alterada», explica Mercè Masana.
«A partir de aquí —continúa la experta de la UB—, investigamos en detalle un circuito en concreto que, según estudios previos, presenta alteraciones estructurales en esta enfermedad: la conexión de la corteza motora secundaria en el núcleo estriado dorsolateral».
Para estudiar la función de este circuito, los investigadores usaron la optogenética, una técnica muy potente e innovadora que combina métodos genéticos y ópticos para estimular de manera selectiva los circuitos cerebrales mediante la luz.
Las opsinas, unas proteínas procedentes de un alga, desarrollan canales de iones fotosensibles que, cuando reciben ráfagas de luz azul, se abren y permiten activar las neuronas. De este modo, administrando el gen de las opsinas en la corteza cerebral, se pueden activar de forma selectiva las terminales neuronales en el núcleo estriado, que expresan la proteína.
«Utilizando la optogenética, combinada con electrofisiología y microdiálisis, determinamos en primer lugar, que el circuito M2-DLS en el modelo de enfermedad de Huntington, liberaba deficientemente glutamato, el principal neurotransmisor involucrado en este circuito, y también que las neuronas del núcleo estriado no respondían a la activación del circuito», explica la investigadora.
Aumento de la plasticidad sináptica y reversión de los síntomas motores de la patología
Posteriormente, los investigadores utilizaron de nuevo la optogenética para estimular de forma repetida el circuito alterado. Los resultados muestran que esta estimulación mejora la sintomatología de los ratones modelo de la enfermedad de Huntington. «Después de aplicar esta técnica, comprobamos que se revertían los síntomas motores que caracterizan la patología, situación que se acompañó de un restablecimiento de la plasticidad sináptica del circuito estimulado», destaca Mercè Masana.
Aunque la aplicación en humanos aún estaría muy lejos, el éxito de este experimento abre una potencial estrategia terapéutica basada en la restauración de los circuitos neuronales. «El nuevo trabajo muestra que la optogenética podría ser una herramienta potente para el tratamiento de enfermedades en las que la actividad de los circuitos cerebrales se encuentra alterada y, en un futuro, podría abrir nuevas aproximaciones terapéuticas similares a la estimulación cerebral profunda que se utiliza en el párkinson», concluye la investigadora.
La enfermedad de Huntingon afecta a más de 4.000 personas en toda España, y más de 15.000 son personas con riesgo de haber heredado el gen de la patología porque tienen un familiar directo afectado. En la actualidad no tiene cura y únicamente se han desarrollado tratamiento dirigidos a paliar los síntomas.
Referencia del artículo:
Fernández-García, S.; Conde-Berriozabal, S.; García-García, E.; Gort-Paniello, C.; Bernal-Casas, D.; García-Díaz Barriga, G.; López-Gil, J.; Muñoz-Moreno, E.; Soria, G.; Campa, L.; Artigas, F.; Rodríguez, M. J.; Alberch J., y Masana, M. «M2 cortex-dorsolateral striatum stimulation reverses motor symptoms and synaptic deficits in Huntington’s disease». eLife, 2020, 9:e57017 Doi: 10.7554/eLife.57017
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