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El origen del síndrome reside en el entorno laboral y en las condiciones de trabajo. Si bien, como es lógico, dependiendo de algunas variables de personalidad, sociodemográficas individuales o de entorno personal, pueden darse evoluciones diferentes en el desarrollo del SQT.

La exposición a factores de riesgo psicosocial, a fuentes de estrés en dosis nocivas y, en concreto, a variables como carga de trabajo, falta de control y autonomía, ambigüedad y conflicto de rol, malas relaciones en el trabajo, falta de apoyo social, falta de formación para desempeñar las tareas, descompensación entre responsabilidad-recursos-autonomía, etc., cuando se produce en trabajos en los que su contenido tiene unas demandas emocionales importantes y de prestación de servicios humanos, puede dar lugar a la aparición de un proceso de estrés crónico que desemboque en un daño para la salud del trabajador, el SQT.

El origen del SQT se sitúa en las demandas de interacción que se producen en el entorno de trabajo, fundamentalmente con los clientes de la organización. Cuando esas exigencias son excesivas y conllevan una tensión en el aspecto emocional y cognitivo, generan las condiciones propicias para que también las fuentes de estrés mencionadas con anterioridad actúen y produzcan en el individuo un patrón de respuestas que constituyen los síntomas del SQT. Esta es la razón de que los profesionales que trabajan con personas sean los colectivos de riesgo.

Estas condiciones previas susceptibles de provocar este daño, existen en muchos sectores de actividad y colectivos de trabajadores.

El estrés es una respuesta que es producto de una combinación de variables físicas, psicológicas y sociales. A menudo, este síndrome se desencadena bajo unas condiciones de trabajo en las que se destacan especialmente estresores como escasez de personal, – que supone sobrecarga laboral-, trabajo en turnos, trato con usuarios problemáticos, contacto directo con la enfermedad, con el dolor y con la muerte, falta de especificidad de funciones y tareas -lo que supone conflicto y ambigüedad de rol-, falta de autonomía y autoridad en el trabajo para poder tomar decisiones, rápidos cambios tecnológicos, etc.

Sintéticamente se puede decir que lo que condiciona y determina las consecuencias de SQT, es el balance de las demandas de los intercambios sociales debidos a la prestación de servicios y los recursos de los que dispone el trabajador, además de la reprocidad percibida por el trabajador en relación a su esfuerzo por parte de la organización.

En las investigaciones se han evidenciado múltiples causas del síndrome. Estos desencadenantes son aquellas demandas nocivas, cualitativa o cuantitativamente, que impactan sobre el trabajador, independientemente de las características individuales de la persona.

Estas características personales de ningún modo pueden ser la causa del riesgo, sino que, en todo caso, son factores a tener en cuenta a la hora de adaptar el trabajo a la persona. De no corregir o proteger al sujeto de la exposición a las condiciones de trabajo de riesgo, éstas pueden determinar un SQT, si no lo remedia la resistencia o recursos personales o sociales de la propia persona. Se puede hacer una clasificación que permita identificar tres grupos de estresores susceptibles de desencadenar este SQT.

Por otra parte, hay que tener en cuenta dos elementos asociados a la hora de gestionar el riesgo: las características individuales y los cambios supraorganizativos que se producen. Los elementos que se detallan en el “cuadro 3”, sin ser una relación exhaustiva, hay que considerarlos sólo a efectos de cumplir la obligación empresarial de adaptar el trabajo a la persona y no en relación a la causalidad del riesgo, en términos de PRL.

Se dice que cualquier profesional o trabajador con una gran vocación, que se entrega a su profesión, con altos niveles de idealismo profesional y que desarrolla su trabajo centrado en el trato hacia los demás puede desarrollar el SQT. Ahí no residen las causas de las nocivas consecuencias para la salud que tiene desarrollar el SQT, sino que son los riesgos organizativos, de diseño del puesto y de exigencias del servicio en las interacciones las que desencadenan e incrementan el daño a la salud si no se protege al individuo.

Tabla 1

GRUPOS DE ESTRESORES SUSCEPTIBLES DE DESENCADENAR SQT
Factores de riesgo a nivel ORGANIZACIÓN
• Estructura de la organización muy jerarquizada y rígida
• Falta de apoyo instrumental por parte de la organización
• Exceso de burocracia, “burocracia profesionalizada”
• Falta de participación de los trabajadores
• Falta de coordinación entre las unidades
• Falta de formación práctica a los trabajadores en nuevas tecnologías
• Falta de refuerzo o recompensa
• Falta de desarrollo profesional
• Relaciones conflictivas en la organización
• Estilo de dirección inadecuado
• Desigualdad percibida en la gestión de los RRHH
Factores de riesgo relativos al DISEÑO DEL PUESTO DE TRABAJO

• Sobrecarga de trabajo, exigencias emocionales en la interacción con el cliente
• Descompensación entre responsabilidad y autonomía
• Falta de tiempo para la atención del usuario (paciente, cliente, subordinado, etc.)
• Disfunciones de rol: conflicto-ambigüedad- sobrecarga de rol
• Carga emocional excesiva
• Falta de control de los resultados de la tarea
• Falta de apoyo social
• tareas inacabadas que no tienen fin
• Poca autonomía decisional
• Estresores económicos
• Insatisfacción en el trabajo

Factores de riesgo relativos a las RELACIONES INTERPERSONALES
• Trato con usuarios difíciles o problemáticos
• Relaciones conflictivas con clientes
• Negativa dinámica de trabajo
• Relaciones tensas, competitivas, con conflictos entre compañeros y con usuarios
• Falta de apoyo social
• Falta de colaboración entre compañeros en tareas complementarias
• Proceso de contagio social del SQT
• Ausencia de reciprocidad en los intercambios sociales

Tabla 2

ELEMENTOS ASOCIADOS A LA HORA DE GESTIONAR EL RIESGO
Características personales
• Alta motivación para la ayuda: grado de altruismo
• Alto grado de idealismo
• Alto grado de empatía
• Elevado grado de perfeccionismo
• Constancia en la acción
• Baja autoestima
• Reducidas habilidades sociales
• Tendencia a la sobre implicación emocional
• Patrón de conducta de tipo A
• Locus de control externo
• Baja autoeficacia
Cambios supraorganizativos
• Cambios tecnológicos que implican un aumento de las demandas cuantitativas y cualitativas en el servicio a la población usuaria
• Cambios en la concepción del trabajo: el trabajo emocional
• Aparición de situaciones que impliquen pérdida de estatus o prestigio
• Aparición de nuevas leyes que impliquen cambios estatutarios y de ejercicio de la profesión
• Cambios en la cultura de la población usuaria, “la sociedad de la queja”
• Cambios en los programas de servicio
• Cambios en los procedimientos, tareas o funciones del trabajo
• Cambios en los perfiles demográficos de la población usuaria y que requiere de un cambio de roles

Fuente: Centro nacional de Condiciones de Trabajo. Síntesis del artículo de Manuel Hidalgo Vega, licenciado en psicología

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