artículos de actualidad
Marzo 2015
Preguna que debemos plantearnos: ¿Puedo pagar una residencia con mi pensión?
Fuente: www.periodistadigital.com Autor: Emilio J. González
Una residencia asistida cuesta, en promedio, unos 1.700 euros mensuales
Cuando se ahorra para la jubilación, conviene tener presente cómo financiar una residencia o ayuda en el domicilio si llega un momento en que la persona ya no puede valerse por sí misma
Cuando se habla de ahorrar de cara a la jubilación, lo primero en lo que se piensa es en mantener un nivel de vida similar al de los últimos años de la vida laboral activa, por lo que a la capacidad de gasto se refiere, dado que la pensión pública es inferior al último salario percibido y lo será aún más a medida que las sucesivas reformas de la Seguridad Social surtan los efectos esperados de ellas. Pero hay una segunda razón importante para justificar el ahorro previsional que suele pasarse por alto: la atención cuando se alcanza una edad avanzada.
Gracias a la mejora en la alimentación y a los avances en la medicina moderna, las personas vivimos más tiempo y con mejor estado de salud. Pero siempre llega un momento determinado en que, por lógica de la vida, el cuerpo empieza a fallar.
Surgen los achaques, los problemas de salud y, no digamos, las enfermedades mentales ligadas con la edad, como, por ejemplo, el Alzhéimer o la demencia senil. De hecho, diversos estudios indican que, en la actualidad, la mitad de las personas mayores de 85 años sufren, o están en riesgo de padecer, algún tipo de deterioro de su salud mental como consecuencia de su avanzada edad. En resumen, sea por la razón que fuere, lo normal es que la mayor parte de las personas puedan necesitar algún tipo de ayuda, o de cuidados, a medida que envejecen.
La solución más normal en esos casos sería irse a una residencia para mayores. El problema es que no todo el mundo puede permitírselo. Por término medio, el coste mensual de un servicio de este tipo en una residencia asistida es de 1.700 euros al mes por persona. Si se tiene en cuenta que la pensión media en España se sitúa en estos momentos en 1000 euros mensuales, resulta evidente la imposibilidad de poder financiar ese gasto si la persona no dispone de un ahorro acumulado a lo largo de su vida, o una vivienda que pueda utilizar para conseguir una renta mediante su venta, su alquiler o la contratación de una hipoteca inversa. Por supuesto, hay residencias más económicas, como las de titularidad pública o las gestionadas por distintas órdenes religiosas, pero no cuentan con plazas suficientes para todo el mundo.
En relación con las residencias y su financiación hay que tener presente un segundo aspecto. En muchas residencias solo se admite a la persona cuando todavía puede valerse por sí misma. De esta forma, parte del dinero que paga va a financiar los gastos de quienes necesitan ayuda, de la misma forma que después, si llega el caso, las mensualidades de otros residentes financiarán sus necesidades. Es un sistema de cálculos actuariales como los de los seguros. Esto quiere decir que, si se piensa en una residencia, probablemente hay que considerar un horizonte temporal más amplio que los años estrictamente en los que se necesita ayuda, con lo que la cantidad ahorrada para este fin debe ser mayor.
La alternativa a la residencia son los cuidados y la atención en el domicilio, pero éstos también cuestan dinero. Por término medio, una persona que esté ocho horas al día, de lunes a viernes, al cuidado de los mayores, viene a costar en España unos 800 euros mensuales, más la cotización a la Seguridad Social por el trabajador que tiene que realizar el empleador.
Si la persona no necesita atención las 24 horas del día, o los familiares pueden hacerse cargo de ella el resto del tiempo, esta alternativa podría ser viable y no necesitaría que se hubiera ahorrado mucho dinero para poder financiarla. Pero si se necesita atención las 24 horas y los familiares no pueden atender debidamente a la persona, entonces se convierte en algo mucho más caro que las residencias y, en consecuencia, se necesita haber acumulado mucho más ahorro para poder financiarlo.
Por supuesto, hay muchas localidades en España con redes de voluntarios que ayudan a las personas mayores en sus hogares. También existen algunos programas municipales con el mismo fin, pero de alcance limitado dada la falta de recursos económicos de los ayuntamientos.
Y aunque la ley de dependencia deja a las autonomías a cargo de la financiación de la atención a las personas mayores, éstas apenas dedican recursos a este fin. En consecuencia, a la hora de ahorrar de cara a la jubilación, hay que tener en cuenta todo lo relativo al cuidado que necesitaremos cuando empecemos a dejar de valernos por nosotros mismos.
Un cinturón con sensores y estimuladores puede facilitar el tratamiento del Parkinson
Fuente: xataca.com
Uno de los proyectos más ambiciosos relacionados con la telemedicina en Europa es el REMPARK (Personal Health Device for the Remote and Autonomous Management of Parkinson’s Disease), iniciado hace tres años y que está ya cerca de su final de etapa tras haber sido probado con 50 pacientes en entornos de su día a día, no en clínicas ni laboratorios controlados.
Con una financiación de la UE de más de 5 millones de euros y equipos de coordinación en varios países, entre ellos España, su objetivo es doblemente esperanzador: recoger datos y vigilar a enfermos de Parkinson en su día a día en un entorno real y ofrecer soluciones in situ en los momentos en que el paciente presenta bloqueos u otros síntomas de la enfermedad.
Registro pero también estimulación en tiempo real
El sistema REMPARK está formado por un cinturón en el que se incluye una unidad del tamaño de un teléfono móvil y que incorpora una serie de sensores capaces de determinar la situación/fase del paciente en cada momento, identificando por los movimientos los parámetros sintomatológicos de la enfermedad. El sistema es capaz de evaluar la fase en que se encuentra el paciente mientras camino o en su día a día.
Esta monitorización en tiempo real es básica en el Parkinson, pues el estado motor del paciente varia incluso de extremos en un mismo día, sin parámetros establecidos. Es por esto que la primera parte del proyecto ya está siendo de gran ayuda para el tratamiento personalizado de los pacientes.
Pero también se han conseguido buenos resultados a la hora de realizar una actuación en tiempo real. Para ello, el cinturón incluye también estimuladores sensoriales auditivos y otro de estimulación eléctrica, que tras recibir los datos de la unidad sintomatológica, es capaz de realizar una estimulación de tipo auditivo mediante ritmos sonoros en un auricular inalámbrico que por ejemplo saquen a un paciente del estado off que se da cuando hay un nivel bajo del medicamento o queda bloqueado e inmóvil.
Ese primer nivel tiene a un teléfono móvil como enlace entre las unidades receptoras y actuadoras. En un segundo nivel nos encontramos con un servidor central donde los datos que recoge la unidad sintomatológica se almacenan y analizan para conocer la evolución del paciente. En base a ese historial se puede tener constancia exacta del funcionamiento de determinados tratamientos, así como una toma de decisiones casi inmediata por parte el equipo médico.
Más información: https://www.youtube.com/watch?v=HI-_tD4ZNBI
En qué consiste la operación de cataratas
Fuente: clinidiabet.com
La catarata es la pérdida de transparencia del cristalino que se va opacificando debido a diversas causas: edad, traumatismos, congénitas, enfermedades generales etc., que provocan la disminución progresiva de la visión en el paciente.
La operación de la catarata consiste en la extracción del cristalino opacificado, bien por ultrasonidos o mediante la técnica que se estime conveniente, de acuerdo con las características de la catarata y la patología asociada (glaucoma, uveítis, etc.) y la sustitución por un cristalino artificial o lente intraocular. Se realiza en quirófano con las medidas de esterilidad necesarias. Es importante la colaboración del paciente. En primer lugar se realiza una incisión habitualmente en la córnea y ocasionalmente en limbo esclerocorneal por la que se extrae el cristalino y a continuación se coloca la lente intraocular en la posición de aquel. La incisión se puede suturar aunque en ocasiones no es necesario.
La operación de la catarata es una Cirugía Mayor que ocasiona un cambio importante en la anatomía del globo ocular. Puede necesitar Hospitalización o ser Cirugía Ambulatoria, la cirugía de catarata precisa control pre y postoperatorio. En la cirugía ambulatoria, el paciente va a dormir a su domicilio, precisando revisiones posteriores. Habitualmente se realiza con anestesia local, siendo en ocasiones necesaria la anestesia general.
La técnica actual es la emulsificación ultrasónica del cristalino: Facoemulsificación
Permite realizar una incisión de unos 3 mm o menor y la inserción de una lente plegable. No obstante no en todos los casos es posible realizar esta técnica y hay que emplear procedimientos alternativos como la extracción extracapsular del cristalino que es un método igualmente eficaz pero con una recuperación visual más lenta.
La evolución postoperatoria, habitualmente permite la incorporación a actividades cotidianas de forma progresiva que le irá comentando el oftalmólogo. Asimismo precisa de medicación después de la operación, colirios y ocasionalmente otros tratamientos. Puede ser necesaria una corrección óptica (gafas o lentillas) después de la cirugía para conseguir la mejor visión posible.
Objetivo del procedimiento y beneficios que se esperan alcanzar
El objetivo de esta cirugía es restaurar la visión del paciente. Se pretende lograr una visión útil, siempre que no existan otras patologías oftalmológicas asociadas que lo impidan.
La visión puede no recuperarse aunque la operación de catarata sea satisfactoria si existe lesión en otras partes del globo ocular, alteraciones en la retina, patología del nervio óptico, glaucoma, retinopatía diabética, ojo vago, etc.
Con referencia a las alternativas razonables a dicho procedimiento, no existe tratamiento médico para eliminar la catarata, siendo la cirugía, el único método para tratarla.
Consecuencias previsibles de la realización
Tras la intervención se produce una mejoría de la visión, aunque suele ser necesario el empleo de gafas para cerca y/o lejos.
No se puede predecir con exactitud cuánta visión se va a recuperar.
Cuando la catarata es madura y no permite la visualización de la retina pueden existir enfermedades en el fondo de ojo que impedirán la recuperación visual.
Si la cirugía no se realiza la pérdida de visión será progresiva y pueden aparecer problemas como un aumento de la tensión ocular (glaucoma facogénico o facolítico).
Cuando se demora excesivamente la operación, la catarata es muy madura, se dificulta la cirugía y aumenta el riesgo de complicaciones. Aun en ausencia de complicaciones, después de la intervención la visión suele estar disminuida.
Toda intervención quirúrgica comporta algún tipo de riesgo
En este caso hay que tener presente que aunque estamos ante una técnica de eficacia suficientemente contrastada en gran número de pacientes, no está exenta de potenciales complicaciones:
a. Durante la intervención pueden aparecer complicaciones como la rotura capsular con o sin vitreorragia que hace imposible la colocación de la lente lo cual se pospone a una segunda intervención.
b. En el postoperatorio, las principales complicaciones que pueden aparecer son:
- Inflamación de la córnea pasajera responsable de tener una visión borrosa los primeros días postoperatorios.
- Esta inflamación puede acompañarse de aumento de la tensión ocular.
Existen otras complicaciones menos frecuentes como son el desprendimiento de retina, aumento de la tensión ocular o glaucoma, hemorragias intraoculares, alteraciones permanentes de la transparencia corneal que requerirán un trasplante de córnea, dehiscencia de suturas, hernia de iris, deformidad pupilar, diplopía, astigmatismo, edema macular, opacidad de la cápsula posterior, dislocación de la lente intraocular que llevaría a una nueva intervención, inflamación persistente intraocular, etc.
La lente intraocular se coloca dentro del ojo sobre una estructura del cristalino, la cápsula posterior, la cual suele opacificarse con el tiempo precisando tratamiento con láser para una correcta recuperación visual.
En los casos en los que se realice la intervención de los dos ojos en la misma sesión quirúrgica (cirugía bilateral), las complicaciones en cada ojo serán las mismas que si se interviniera cada ojo en sesiones diferentes.
Otros riesgos relativamente poco frecuentes son los inherentes a la técnica anestésica empleada:
Entre los riesgos están la hemorragia retro bulbar, oclusión de la arteria central de la retina, lesión del nervio óptico, perforación ocular, depresión cardiovascular y pulmonar, reacción tóxico-alérgica, pudiendo incluso ocurrir especialmente en casos de anestesia general y de forma excepcional coma irreversible por depresión del sistema nervioso o incluso fallecimiento por parada cardio-respiratoria
Las complicaciones oculares más graves aunque poco frecuentes (menos del 0,4%) son la hemorragia expulsiva y las infecciones intraoculares o endoftalmitis , que podrían llevar a la pérdida del ojo de forma más o menos inmediata.
Las patologías sistémicas asociadas como diabetes, hipertensión, cardiopatías, inmunodepresión y otras, aumentan el riesgo quirúrgico y la posibilidad de complicaciones intra y postoperatorias. En mujeres se debe informar al médico si está embarazada o en periodo de lactancia.
Existen descritas otras complicaciones infrecuentes no incluidas en este texto dada su extensión, que podrán ser comentadas por su oftalmólogo si usted lo desea.
Se deberán hacer todas las pruebas y tratamientos necesarios para que los riesgos de la intervención se reduzcan al mínimo.
Más información: https://www.youtube.com/watch?v=laS43OAEu4o
Artículos anteriores:
Año 2015
Enero, Febrero, Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre, Octubre, Noviembre, Diciembre
Año 2014
Enero, Febrero, Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre, Octubre, Noviembre, Diciembre
Año 2013
Enero, Febrero, Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre, Octubre, Noviembre, Diciembre
Año 2012
Enero, Febrero, Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre, Octubre, Noviembre, Diciembre
Año 2011
Enero, Febrero, Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre, Octubre, Noviembre, Diciembre
Año 2010
Enero, Febrero, Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre, Octubre, Noviembre, Diciembre
Año 2009
Enero, Febrero, Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre, Octubre, Noviembre, Diciembre
|