artículos de actualidad
Octubre 2010
Los expertos señalan que cambiar el modelo residencial actual y protocolizar el buen trato reduciría los malos tratos a personas mayores
Jornadas del IMSERSO
Fuente: Jubilol.es
Ayer comenzaron en Madrid las II Jornadas sobre la Prevención e Intervención de Malos Tratos en Personas Mayores, organizadas por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) en colaboración con Foro Técnico de Formación. El objetivo del encuentro es analizar las prácticas que se llevan a cabo en el ámbito sociosanitario para minimizar aquellas que puedan traducirse en posibles malos tratos a personas de edad avanzada.
Los expertos que han iniciado las jornadas han señalado la inconveniencia de mantener actitudes paternalistas con los mayores así como el deber de protocolizar el buen trato y ofrecer espacios en los que este grupo de población pueda mantenerse activo para lograr un mayor estado de bienestar del colectivo senior. Miguel Ángel Vázquez Vázquez, profesor de la Universidad de Vigo, ha señalado que hablar de malos tratos estigmatiza a la población de más edad: “el maltrato sigue cargando la perspectiva social de los mayores”.
Por ello, el profesor ha destacado la necesidad de protocolizar el buen trato, no sólo el malo y buscar espacios en que los mayores puedan participar de forma activa en la sociedad para alcanzar el “primer buen trato: el cívico”. Asimismo, Miguel Ángel ha señalado que “se debe romper la vulnerabilidad de la persona mayor en el entorno institucional y familiar para detectar las manifestaciones de los malos tratos”.
¿Dónde viven mejor los mayores?
Los resultados de estudios recientes realizados entre personas de más de 60 años demuestran que aunque más del 80% de los mayores de nuestro país confirma su preferencia por vivir en casa, alrededor de 331.200 personas permanecen en centros residenciales. El profesor Vázquez ha destacado la importancia de cambiar la concepción de identificar los centros de mayores como centros orientados a las personas, a sus necesidades, y concebirlos como espacios de vida.
Además, ha indicado que “no tenemos un buen modelo actual en centros de mayores”, porque las residencias deben centrarse en la persona –aprovechar sus capacidades y no fijarse en las limitaciones– para poder convertirse en la vivienda del usuario y en su entorno de apoyo. También ha subrayado que, en ellos, se debe intervenir para y desde el proyecto de vida individual, planteado y elegido por el usuario, con la presencia y colaboración permanente de los familiares.
M. P. Cotarelo, presidenta de la Fundación de Apoyo a la Persona Dependiente en Madrid, ha incidido en la importancia de la formación reglada y regulada por el Real Decreto de los cuidadores en activo para contribuir a la calidad de los servicios y al bienestar de las personas mayores.
Resulta imprescindible sensibilizar a la población sobre el maltrato a los mayores
En la sesión vespertina, destacó la intervención de Jesús J. Ferreiro, asesor técnico de la delegación provincial para Igualdad y Bienestar Social de Sevilla de la Junta de Andalucía, que resaltó que el primer paso para evitar los malos tratos consiste en reconocer que existe este problema con el fin de que no se produzcan y no se incrementen. Asimismo, manifestó la necesidad de establecer instrumentos de lucha para combatir esta preocupación reciente y de sensibilizar a la población de este fenómeno. Ferreiro insistió, especialmente, en el papel del Teléfono de Atención a los Mayores que tiene como objetivo la detección de situaciones de riesgo de maltrato o desatención que afectan a este segmento de la población para disponer de la intervención más adecuada en cada caso.
Por otro lado, Ángel Moreno, trabajador social de la Oficina de Accesibilidad de la delegación provincial para la Igualdad y Bienestar Social de Huelva de la Junta de Andalucía, hizo hincapié en la accesibilidad universal como “la condición necesaria para facilitar la vida autónoma e independiente de la personas, así como su participación social y económica plena”. Asimismo, recordó que se trata de un derecho básico que garantiza la no discriminación en el acceso a entornos por razones de discapacidad o de características funcionales. Además, subrayó la importancia de eliminar las creencias culturales y sociales que suponen que alcanzar una cierta edad implica necesariamente una restricción de la participación social plena.
Se celebra el VII Foro de Ética y envejecimiento el 10 y 11 de Noviembre del 2010 en Oviedo (auditorio Palacio de Congresos Príncipe Felipe)
Fuente: SEGG
Presentación
En las últimas décadas del siglo pasado se desarrolla y toma cuerpo la disciplina de la bioética, considerada ésta como el estudio sistemático de la conducta humana en relación con la vida, con el pasado, presente y futuro de la vida, preocupada por pensar e iluminar la acción humana, ayudando a construir actitudes de responsabilidad en los hombres, las culturas y los gobiernos.
Se la considera también, a tenor del espectacular desarrollo biotecnológico,compañera inseparable de la sociedad del conocimiento.
Con esta perspectiva se comprende que desde la bioética se tenga un interés especial en garantizar el derecho a la autonomía en el desarrollo personal, el respeto a las decisiones que cada persona tome y una distribución equitativa de los recursos sanitarios o sociosanitarios.
Y se explica también que la bioética cuide esmeradamente para que estas características no se vean mermadas o anuladas en los colectivos humanos que por situación física, mental o social constituyen el mundo de la vulnerabilidad.
Deliberar sobre estas cuestiones en el ámbito del anciano es pues un cometido adscrito a la bioética desde su inicio y foros como el que se pretende desarrollar, son los más adecuados para aclarar y recomendar actuaciones y actitudes que garanticen el respeto y desarrollo de todos sus derechos.
Ello adquiere especial relevancia al considerar que, en lo que se refiere a la atención al anciano enfermo, la toma de decisiones clínicas se lleva a cabo con frecuencia en áreas de incertidumbre. La comunicación entre clínicos, pacientes y familiares, y la conciencia social tanto de las posibilidades de tratamiento de la enfermedad en el anciano, como de sus límites pasa por lo tanto a primer plano.
En estos principios se basa el programa que proponemos, centrado en la comunicación individual y social y en la toma delegada de decisiones respecto al paciente anciano.
Programa
Miércoles, 10 de noviembre
17.30 h. Presentación José Ramón Quirós García. Consejero de Salud y Servicios Sanitarios del Gobierno del Principado de Asturias. Vicente Herranz González. Director Gerente del Hospital Monte Naranco. José Gutiérrez Rodríguez. Presidente de la Sociedad de Geriatría y Gerontología del Principado de Asturias.
18.00 h. Conferencia inaugural ¿Plantea el envejecimiento problemas éticos sustanciales? Adela Cortina Orts. Catedrática de Ética de la Universidad de Valencia.
Jueves, 11 de Noviembre
9.00 h. Mesa Redonda: La Información en el Ámbito Sanitario
- Marcelo Palacios Alonso. Presidente del Comité Científi co de la Sociedad Internacional de Bioética y miembro del Comité de Bioética de España. ¿Qué espera el anciano de la información médica?
- Giovanna Gabriele. Directora del Foro Español de Pacientes, Fundación Biblioteca Josep Laporte. Aspectos legales de la información médica
- Ángel Luis Campo Izquierdo. Juez del Juzgado de Primera Instancia no 8 de Gijón. ¿Influye la información médica en la toma de decisiones por parte del paciente?
- Sergio Manuel Gallego Riestra. Servicio de Inspección de Prestaciones y Servicios Sanitarios, Consejería de Salud y Servicios Sanitarios del Principado de Asturias.
11.00 h. Pausa-Café
11.30 h. Mesa Redonda: Envejecimiento y Medios de Comunicación
- Francisco Gómez Alonso. Especialista en Geriatría. Equipo de Valoración y Orientación de la Salud. Consejería de Bienestar Social y Vivienda. Pequeños avances = Grandes soluciones
- Jesús María López Arrieta. Especialista en Geriatría. Complejo Hospitalario la Paz-Cantoblanco. Madrid. Imagen del envejecimiento en los medios de comunicación
- Pablo Álvarez Álvarez. Periodista. La Nueva España. Asturias. El equilibrio entre realidad y esperanza
- Koldo Martínez Urionabarrenetxea. Magister Europeo en Bioética. Presidente de la Asociación Española de Bioética Fundamental y Clínica.
14.00 h. Comida de trabajo
16.00 h. Mesa Redonda: Comunicación de Errores y Seguridad de Pacientes José Ramón Riera Velasco. Director General de Calidad e Innovación de los Servicios Sanitarios. Consejería de Salud y Servicios Sanitarios del Principado de Asturias. Dimensión del problema
María Teresa Iglesias García. Directora de la Unidad de Gestión Clínica de Farmacia del Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo. Infra y sobretratamiento en ancianos
Juan José Baztán Cortés. Especialista en Geriatría. Hospital Central de la Cruz Roja. Madrid. Aceptación y discusión de errores entre profesionales
Marije Goikoetxea. Psicóloga. Magister en Bioética. Presidenta del Comité de Ética en Intervención Social de la DFB. Universidad de Deusto. Bilbao.
17.30 h. Tertulia-Coloquio
- José Gutiérrez Rodríguez. Especialista en Geriatría. Hospital Monte Naranco. Oviedo.
- Rosa María Simó Martínez. Magíster en Bioética. Presidenta del Comité de Ética Asistencial del Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo.
18.00 h. Conferencia de Clausura Padre Ángel García. Presidente y Fundador de Mensajeros de la Paz.
Información
Secretaría de Gerencia
del Hospital Monte Naranco
Tel.: 985 106 910
Fax: 985 106 911 Avda. Dres. Fdez.-Vega, 9 · 33012 Oviedo
gerencia.hmn@sespa.princast.es
Inscripciones
Cuota de Inscripción: 100€
Cuenta: 2100 4830 49 2200056456 Puede realizarse por correo electrónico o fax, adjuntando el justificante de pago y haciendo constar:
- Nombre y apellidos. - Profesión y centro de trabajo. - Teléfono de contacto. Deberán ser remitidas a la Secretaría de la Sociedad de Geriatría y Gerontología del Principado de Asturias:
alefres@alefres.com o Fax: 985 566 818
Parques y plazas
Autor:Luis Felipe Capellín
Fuente:elcomerciodigital
En España, con cerca de ocho millones de mayores de 65 años, lo que supone casi un 17% de la población, son muchas las voces que hablan de la necesidad de exigir a la Administración una política asistencial de mucho mayor compromiso, ya que, si la que se había venido teniendo hasta ahora podía resultar deficitaria, el futuro más inmediato no parece presentarse como muy halagüeño.
En esta región, el número de personas mayores de 65 años significa, por una parte, casi un 22% de la población y, por otra, es el doble de los menores de quince. Estos datos, con ser muy significativos, tienen una importancia menor cuando se comprueba que el número de mayores de ochenta años supera las setenta y cinco mil personas.
Como todas las cifras, también éstas pueden resultar frías, pero solo hay que pasear por las plazas y parques de nuestras ciudades y contemplar a quienes ocupan sus bancos mientras intentan sobrellevar, de la mejor manera posible, unas horas en la calle que les ayuden luego a completar una jornada que, en la mayoría de los casos, se hará muy larga en los domicilios.
Suenan hoy un poco lejanos aquellos discursos que hablaban de una Ley de Dependencia que quedó muy lejos de lo que se suponía, como igualmente lejanas quedan otras medidas, siempre profusamente publicitadas, pero que apenas sí se aplican o, directamente, nunca llegan a cumplirse, en algunos casos por incompetencia de la Administración y en otros porque están pensadas sin contar con las personas afectadas.
Acaba de darse a conocer un informe oficial que deja claro que las preferencias de las personas mayores (un 87%) apuntan a que prefieren vivir en su domicilio, aunque sea en soledad, y que quienes no se encuentran en esa situación afirman que prefieren ser atendidas por sus familiares.
Dice Teresa Martínez, una de las más importantes especialistas europeas en personas mayores, que «dejar de apoyar el cuidado familiar, impulsando una mayor institucionalización de los mayores dependientes, iría en contra de la opinión ciudadana y de la evidencia científica que ha demostrado, por un lado, los beneficios de envejecer integrado en el contexto habitual de vida y desaconseja, por otro, el ingreso en residencias si ello ocasiona desarraigo personal y social».
Sin embargo, quienes, tanto en el ámbito del Estado como en el de las comunidades autónomas, tienen la posibilidad de tomar medidas favorecedoras hacia las personas mayores y sus familiares, apuestan más por un camino cómodo, «en lugar de garantizar la atención necesaria y digna a la persona mayor y que contemple además el bienestar de las familias», como nuevamente señala Teresa Martínez.
Artículos anteriores:
Año 2010
Enero, Febrero, Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre, Octubre, Noviembre, Diciembre
Año 2009
Enero, Febrero, Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre, Octubre, Noviembre, Diciembre
|